Desesperación [Alice B. Cullen]

por Invitado Jue Sep 03, 2009 11:10 am

Recorrer el mundo no era tan difícil cuando querías algo obtener. Dejar Recorrer mi vida sin sentido, si que era complicado. Los días se revolcaron en mi iniciación a la sangre, sangre humana. Los buenos hábitos se habían esfumado por donde entraron y se quedaron, en aquella casa que era mi existencia de un Jasper Hale, capaz de todo, resistir la tentación. ¿Y ahora que se supone que tenía que tener capacidad para ello? Si recaes, después volver a dejarlo era mucho más difícil y meramente no podía poner empeño a eso. Ahora era un Jasper Hale Carnívoro. Porque tras la unión que he tenido con Charlotte y Peter, ellos me animaban cada día, a la sangre. Que sabe mucho mejor que un ciervo o cualquier otro animal insignificante. Tras el suceso de mi despedida de ella, mi existencia. Allí había acabado algo, no me conocía ya por mis actos… eran realmente espantosos. Todo un neófito en combate. ¿Y cómo sigo combatiendo la depresión? De cacería y nunca cerca de Forks… nunca cerca…de…ella, ella… Caes en una depresión de días nublados, grisáceos y siempre hace mal tiempo. Nunca se puede ver la claridad del sol.

Con suspicacia –todavía no creíble- recorrí de nuevo el pueblo… Un sentimiento ocupó todo mi cuerpo, y ese sentimiento era como añoraba este verdoso pueblo, en el qué me arrebataron la felicidad y mi amor. ¿De verdad que podía seguir pensando en todo aquello? Sacudí mi cabeza en intento de no seguir recordando los trayectos tan inquietantes. Estaba informado de los nuevos movimientos por el Pueblo de Forks. Charlotte me informó sobre la huída de los que quedaban de los Cullen, por eso ahora estoy justamente aquí. Peter también me daba noticias que ya no era todo como antes... nuestras vidas habían sido separadas, ambos se enteraban y yo obtenían las noticias satisfecho.

¿Pero quién me podría ya conocer? Los humanos lo olvidan todo por facilidad, aquí ya habían pasado 6 eternos años y aunque el aspecto de los vampíros no cambie. Los de los humanos sí y se llevan consigo los recuerdos y las memorias. Tal vez... ya habían olvidado a los ''raros del instituto'' que cualquier estudiantil los calificaba así. Sus respectivas estaban destrozadas o dependían de un fino hilo para acabar como las de Emmett y Rosalie.

Dejé pasar lo que mi instinto quería que hiciera y era ir en busca de la mansión lejos de Forks, apartada. Pero no, si ellos se habían ido, sería una estupidez ir y no ver a nadie. Ver la casa vacia como la dejé yo mismo... me dispuse a escalar árboles trás haber pasado la línea del bosque y asegurarme de ningún humano cerca mío. Me agazapé a una rama cerca de la copa del árbol, y... sentí una tranquilidad absoluta y plena.

Algo no fué como yo pensaba, algo estaba rompiendo los esquemas de lo que venía hacer... El efluvio ahora estaba a pocos metros de mí -aunque unos metros considerables- pero sabía con perfección de quién si no podía serlo... No podía creérmelo... ¿Estaba Alucinando? Sería el hecho de recordar viejos tiempos me hacía alucinar de esta manera intolerable. Y ahora la imagen viva entró en mi mente y era la de Charlotte y Peter. ¿Ellos habían sido capaces de mentirme? ¿Para qué querían esto? ¿Tenían una pequeña idea de lo que podía pasar?

Los anhelados pasitos gráciles empezaron a retumbar en mis oídos, cada paso que daba ella. Retumbaba. Me mantuve erguido en la misma posición sin hacer ruido y queriendo pasar de desapercibido.

por **Alice B. Cullen** Sáb Sep 05, 2009 9:27 pm

Día con día intentaba buscarle una explicación lógica a mi estadía en Forks, aquél lugar me producía el más agudo de los dolores en mi inexistente corazón, haciendome querer estallar en lágrimas aunque obviamente no pudiera, pero a la misma vez sentía aquella paz absoluta cuando me encontraba cerca de la gran mansión blanca, como si el más pofundo de mis deseos me ataran inevitablemente a aquella casa que alguna vez estubo habitada por 8 vampiros y un híbrido, éste último era el motivo de nuestras sonrisas. Normalmente Bella pasaba su tiempo libre con Renesmee, quien con el tiempo llegó a convertirse en su apoyo personal junto con el chico lobo, Jacob. Ella parecía haber recobrado parte de la felicidad que alguna vez perdió, y día con día me alegraba por mi mejor amiga, pero... ¿Qué había de mi?

Fué ese el motivo por el cual me interné en el bosque, dejando que la sombra de los grandes árboles ocultaran mi pequeña fisionomía mientras intentaba perderme de nuevo en mi mente, por unos momentos llegaba a creer que había vuelto a ser Mary Alice Brandon, la chica del manicomio, ya que eran varias las veces en que se repetía esta rutina en el bosque en busca de mi "distracción", la cual nunca jamás llegaba... mi mente no dejaba de pensar en él... por más que lo intentara, por más que lo quisiera, por más que me distrajera... mi cabeza siempre tenía un espacio especial para él, y con el paso de los años se hacía cada vez más dura su ausencia, únicamente estaba esperando que llegara el día de mi colapso, donde no aguantaría más y le daría final a mi eternidad.

... Pero algo sucedió, unas nuevas imágenes bastante nítidas se atravezaban por mi cabeza pasando con suma rapidez, era lo único a lo que yo podía verle sentido: Era una visión. Lo que captó mayormente mi atención fué ese cabello broncíneo y ondulado que conocía perfectamente. ¿Acaso estaba alucinando ya? No, era imposible, esas imágenes eran demasiado claras.

Y llenas de esperanza...

No pude evitar abalanzarme hacia el camino de regreso con bastante rapidez, sin embargo con el paso del tiempo comenzé a andar de forma lenta y humana, aquél efluvio lo reconocería incluso en el fin del mundo.. esta vez no era una fantasía mia, era real.. y pude comprobarlo con mis últimostres pasos hacia al frente, teniendo finalmente en mi campo visual todo lo que había visto con anterioridad en mi visión, y todo lo que mi cordura había deseado desde hace 6 años.

- ... Jasper.

Llamé su nombre en un hilo de voz, con la esperanza de que reaccionara ante mi voz y que no se desvaneciera como en una de mis tantas ilusiones.

por Invitado Dom Sep 06, 2009 12:16 pm

Yo no sé que debería de hacer en este momento… tenía miedo, otra vez me inundé de miedo. Aquel miedo era de verla y después perderla. Tenía miedo, aún así me mantenía firme y con el semblante menos expresivo posible. Pero… dentro se escondía un frágil semblante destrozado y totalmente enamorado de amor; de ella.

Es verdad, los días pasan nunca se detienen… en estos últimos seis años se detuvieron cada vez que pensaba en Alice, soltaba un suspiro de mi boca y allí acababa todo. Dónde acabó mi existencia, al dejarla. Pensar en ella día a día, noche a noche, lucha tras luchar… era instintivamente, mi última esperanza –aún creyendo que se me había agotado- era volver a verla, gritarle que la quería, amaba, que lo era todo. No podía vivir sin ella… no podía vivir sin mi vida propia. Pero… el destino lo había querido, escrito donde esté él sabía cómo debería de acabar todo esto… y no me imaginaba 6 años más u décadas si no era con ella. Me moría cada día de impotencia de no poder hacer nada al respecto, de no mover ni un dedo en su búsqueda de haberme ido… de haberla dejado sola.

Cerré los ojos intentando que la dulce fantasía u a semejante a ello se fuera.

‘’Jasper…’’

Su aguda voz encajó en un inexistente corazón muerto. Él mío.
Si de verdad volviera a latir, ésta vez latería mucho más fuerte que antes.
Si se hubiera congelado mi corazón temporalmente, se enfriaría radicalmente.

Su aroma se había guardado en mi garganta cómo si ésta vez fuera para siempre. Su aroma me embriagó de tal manera que quería correr a su lado y tenerla en mis brazos. El orden de mis pensamientos y actos se habían descontrolado.

Mis pensamientos decían que nunca abriera los ojos pasara lo que pasara, que sería mucho peor después. Después de una larga lucha por mantenerme vivo en seis años.
Uno de mis pensamientos rogaba a gritos en cualquier lugar que se había instalado que no huyera de allí, como aquél día lo hice. Otro de mis pensamientos estaba en protesta contra él, queriéndome llamar la atención que eran imaginaciones mías. Aunque fuera escuchado su voz con tanta nitidez.

Y mis actos…

Los actos involuntariamente salían con varias emociones, sentimientos y ánimos. Todos los actos concuerdan con cada uno de los otros. Actuar era la única acción que deseaba hacer. ¿Pero qué acción haría en este preciso momento? ¿Qué acción? Vacilé, vacilé, vacilé… hasta poder abrir los ojos lentamente mientras contaba los segundos, cuando pasaron los 60 segundos los abrí y a medida que la fantasía se apoderaba de mi visión original, llegó hasta el punto más fuerte de todos…

-Alice… -agarré más fuertemente el árbol para que no fuera capaz a seguir el patrón de mis actos… el mismo hilo de voz sin detenerme ni un momento a pensar sí debería hablar con ella... debería seguir allí... si debería estar toda mi eternidad con ella y... salió por mi boca que por la suya al nombrarme, aún no me lo podía creer.

¿Debería…? ¿No debería?....

-Lo siento, no debería haber vuelto a Forks. Esta vida no me corresponde –confesé, y mi mano revoló hasta el sello de su despedida, su obsequio, su pequeña muestra de amor, nunca se había alejado de mí… Volví a dar marcha atrás, una marcha realmente dolorosa y puntiaguda de dolor. –Había entendido que ninguno del clan seguía instalado aquí… quería volver al pasado aunque doliera… tanto… -le aclaré mientras que no aguantaba mirarla a los ojos y clavé la vista al suelo…

Se veía tan hermosa tan bonita que me costaba todavía ver el matiz de tristeza que rondaba por sus fracciones en su semblante… su quebrada voz, su frágil cuerpo. Tenía ansiedad por abrazarla, susurrarle que nunca la dejaría… Que la pesadilla había acabado. La fantasía me hacía todavía ver que no la quería tan poco como pensaba, la quería mucho más, mucho más de lo que pensaba. Remediablemente sería muy difícil poder separarme por segunda vez de ella.

El patrón de mis actos actuó, fijó de un salto ágil mis pies en el suelo y enfrentarme a lo que quería de mi destino.

-… estoy lleno de vacio sin ti… -di otro paso hacia ella mientras que acompasaba mi semblante que poco a poco llegaría a mirarla, perderme de nuevo. –Es algo que no puedo combatir… pasen los años que pasen… -avanzaron mis dos acciones anteriores… -No quiero vivir en un mundo si tú no estás en él. –susurré suavemente sintiendo su pausada respiración como empujaba mi pecho con fuerza, acaricié las yemas de una de sus manos. –Lo siento, lo siento tanto… Alice sé que me odias, lo sé. Pero tenía que decírtelo… Tenía… -entrelace por un momento su mano con la mía y la fantasía se había hecho una realidad. –Pero debía irme… debía. ¿Sabes? El trascurso de los años nunca podrán detener este inmenso amor que te tengo… -miré sus ojos dorados, la brillantez que aspiraban a mi ‘’regreso’’. –Mary Alice Brandon Cullen, te quiero… lo eres todo. -musité con dulzura, hundiendome en sus perfectos labios que captaban mi vista, aquellos carnosos labios... -Ahora... mienteme, dime que esto es verdad.

Ya se había cumplido el sueño de mis seis años si de verdad pudiera dormir.

(Off: OMG! te juro que me encantan las reconciliaciones y ésta aún más, verás. Ha salido mi lado ''romantico'' aver que tal te parece atí, me ha encantado por primera vez amí xDDDDDDDD)

por Contenido patrocinado

Desesperación [Alice B. Cullen]

Desesperación [Alice B. Cullen]

Re: Desesperación [Alice B. Cullen]

Re: Desesperación [Alice B. Cullen]

Re: Desesperación [Alice B. Cullen]